Crecí entre tangos e historias de mujeres que cantaban, bailaban, usaban atuendos brillantes y sombreros de frutas.

Tal vez por eso durante muchos años la música, el baile y el espectáculo fueron mi vida.

Dedicarme al entretenimiento fue una triple bendición: me permitió ganarme la vida haciendo algo que me encantaba, regalar momentos de alegría y viajar.

También fui parte de la industria del fitness y la hotelería. Con el primero me adentré en el área de la enseñanza. Con la segunda en el marketing y la gestión de clientes.  

Pero en mi interior seguía viva esa fascinación por las historias que se gestó en mi infancia y, cuando fue el momento, encontró la forma de salir. Escribir me ha gustado de siempre, pero con el copy cobró un nuevo sentido.

Tal vez por eso me crucé un día con Javi Pastor (no creo en las casualidades). Me inscribí a su programa de formación -entonces se llamaba “Adopta un copywriter”- y ya no hubo vuelta atrás. Fue la puerta de entrada a lo que se convirtió en mi nueva profesión.

Me he reinventado muchas veces y me encanta ser parte del proceso de reinvención de otros. Admiro a quienes tienen el coraje de crecer y superarse pese a todo, por lo que ayudarles a reescribir sus historias personales o profesionales se vuelve un privilegio.

Trabajo con personas y proyectos en los que creo, orientados a satisfacer una necesidad o a resolver un problema logrando un impacto positivo en la vida de otros.

Quiero que mi servicio beneficie a todas las partes involucradas. A ti, al consumidor final y a la comunidad donde se desarrolla, y para eso nace Palabra de Claudia.